sábado, 2 de mayo de 2015

feudalismo

Feudalismo



                                                 



Feudalismo es la denominación del sistema político predominante en la Europa occidental de los siglos centrales de laEdad Media (entre los siglos IX al XV, aunque no hay acuerdo entre los historiadores sobre su comienzo y su duración, y ésta varía según la región),1 y en la Europa Oriental durante la Edad Moderna, caracterizado por la descentralización delpoder político; al basarse en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se encontraban el emperador o losreyes) hacia la base donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran autonomía o independencia por unaaristocracia, llamada nobleza, cuyos títulos derivaban de gobernadores de Imperio carolingio (duquesmarquesescondes) o tenían otro origen (baronescaballeros, etc.).

                                                         
El feudalismo se puede entender también como consecuencia de la ruptura de todas las estructuras de poder antiguo tras la caída del Imperio Romano. El poder estatal se fragmenta y es asumido por los grandes propietarios de tierras, los señores. Cada señor se convierten en juez, administrador, cobrador de impuestos y líder militar de la comarca que controla. Este poder de los señores feudales recibía el nombre de ban. Los campesinos ofrecían sus servicios en trabajo (corveas) o pagaban un impuesto o tributo al señor feudal a cambio de protección.
Pese a la ausencia de control estatal, el sistema feudal no era una anarquía. Entre los señores se forman relaciones feudovasalláticas de subordinación. Los señores débiles se subordinaban a un señor más poderoso. En la cima de estas relaciones de vasallaje estaba el rey, a quien todos los señores declaraban estar sometidos.
La postura habitual entre los medievalistas distingue dos procesos:
Un complejo de compromisos militares, que, junto con la disgregación del poder político, conlleva una privatización de funciones públicas en beneficio de una minoría de libres privilegiados.
                                                   

Crisis del feudalismo

La crisis del feudalismo es el periodo de decadencia por el cual pasa el feudalismo, y se caracteriza por el agotamiento de las tierras de cultivo y la falta de alimentos, lo que por consecuencia produjo hambruna y una gran cantidad de muertos. A ello hay que añadir la aparición de graves enfermedades infectocontagiosas o epidémicas, como las pestes. Tal es el caso de la conocida peste negra, que disminuyó notoriamente la población europea.
A partir del siglo XIII, la mejora de las técnicas agrícolas y el consiguiente incremento del comercio hizo que la burguesía fuera presionando para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de las urbes, se redujeran los tributos de peaje y se garantizaran formas de comercio seguro y una centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios que les permitieran desarrollar su trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían castigados con igual dureza en los distintos territorios.
Las ciudades que abrían las puertas al comercio y otorgaban una mayor libertad de circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad de sus habitantes y las del señor, por lo que con reticencias pero de manera firme se fue diluyendo el modelo. Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para la guerra, como para permitir el desarrollo económico de sus respectivos territorios, y el rey fue el elemento aglutinador de esas alianzas.
El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de entonces inició su decadencia. El subenfeudamiento llegó a tal punto que los señores tuvieron problemas para obtener las prestaciones que debían recibir. Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico (scutagium, «tasas por escudo») a cambio de la ayuda militar debida a sus señores; a su vez éstos tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran más disciplinadas que los vasallos. Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la introducción de nuevas armas, como el arco y la pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra. La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien Años, las caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se ganaron en gran medida por los soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie. Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero con contratos no hereditarios y que normalmente tenían una duración de meses o años. Este «feudalismo bastardo» estaba a un paso del sistema de mercenarios, que ya había triunfado en la Italia de los condotieros renacentistas.

                                            




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